Cap O1
La voz de Jessica me sacó del flash back que estaba viviendo, otra vez ese día
-Está bien Jess comunícala
-Edward, cariño ¿Dónde te has metido? ¿Por qué no te encuentro en tu celular y me haces llamar a la oficina?
-Perdón mamá es que… bueno… ya sabes hoy… Es que hoy… yo…- intentaba ligar mis frases darle un sentido a mis palabras pero no podía
-Lo sé hijo, pero Dios Edward, ella ya no puede ver tu dolor y estoy segura que si lo pudiera hacer desearía que tanto tú como Carlie fueran felices y la recordaran con una sonrisa en el rostro, debes entender que…
-… tengo una hija en edad adolescente por la que debo velar y asegurar su futuro
-Correcto, Ed. sé que esto es difícil para ti mi amor pero primero debes ver por la estabilidad de Carlie, desde que su mamá murió no está bien, esa niña cada día se me va más de control, Edward necesitas atender a tu hija
-¿Dónde está?- conocía la respuesta ella hacía lo mismo cada año
-Donde más va a ser, en el cementerio tu hermano se ofreció a llevarla y Al hubiera querido estar con ella pero tuvo que salir a cerrar un negocio con Hale ¿recuerdas?
-Creo que lo olvidé
-Mira estaré con Emmett, tu padre y Carlie en el cementerio te esperamos a las 2, ¿está bien?
-Si- mis palabras eran apenas susurros audibles- Cuídala
-Ella está bien, sabes que mientras la dejes acercarse al recuerdo de Elizabeth Carlie es feliz
-Adiós mamá- No deje que se despidiera solo colgué y después me desplomé en la silla de mi escritorio
Tenía una hermosa vista los rascacielos más imponentes de Los Ángeles, se reclinó en su silla de ejecutivo después de colgar con su madre. Edward contemplaba la escena entre el rugido de aviones y automóviles que al deambular le llevaban un poco de calma a su corazón, se rehusaba a rememorar las escenas que cada año venían a su cabeza, pero por más que Edward intentó no pensarlo, La Gran Tristeza lo consumió otra vez.
Elizabeth lo había llamado temprano era un 13 de Septiembre como este, se encontraba en Michigan desde el fin de semana para cerrar algunos contratos. Edward se hallaba como de costumbre en la oficina del gerente en Swizerland Hotels. Él, era el empresario más exitoso del momento. Su padre Carlisle Cullen le había confiado la gerencia de la empresa tenía todo lo que un hombre quisiera, una compañía próspera, una mujer hermosa y dedicada, y el fruto de un amor cuyos 9 años eran el regalo y la combinación perfecta de felicidad en la vida de Edward, su hija Carlie.
La Gran Tristeza de Edward comenzaba justamente en ese día. Elizabeth debía llegar por la tarde a LA con un contrato de asociación con la compañía HALE. Edward había ido a comer algo cerca del trabajo con su padre y Emmett su hermano “el cometa” apodo que adquirió en la familia porque solo lo veías una vez cada mil años, mientras esperaban que sirvieran su comida, algo llamó la atención de Edward en la televisión del restaurante. Un reportero alarmado, cámaras y equipo de trabajo corriendo de un lado a otro. El BOING 700 se había accidentado, un atrofio en las turbinas, un piloto sin control, un cuerpo de pasajeros fallecidos, el no podía dar crédito a lo que sus ojos veían, Emmett y Carlisle comprendieron el porqué de sus ojos desorbitados, Elizabeth iba en ese vuelo y según lo que podían escuchar no había sobrevivientes.
Edward estaba perdido, no podía escuchar nada ni a nadie solo veía la televisión como ido, se había querido dejar caer ahí, pero los brazos de dos hombres lo sostuvieron, cuando lo llamaron para reconocer su cuerpo, entendió la realidad, todo estaba perdido era ella su Lizzie, llevaba aun en el dedo su anillo de matrimonio y en cuello un guardapelo
Habían pasado ya 10 años desde la tragedia, Swizerland hotel era la compañía más importante en su rama. Edward había tomado la presidencia de esta y sus visiones la habían convertido en lo que era, pero la vida de Edward Masen la gobernaba la sombra de ese pasado, con el tiempo quizá la llegó a considerar su amiga, pero en días como este el dolor se adueñaba de todas las áreas de su vida recapitulándole las mismas escenas,
Un restaurante,
Una multitud,
Un cuerpo sin vida,
Un guardapelo,
Unas manos pequeñas,
Un féretro,
Unos ojos chocolate
Edward no solo llevaba el peso de la muerte de su esposa sobre sus hombros, también cargaba sobre él la irresponsabilidad que tenía con su hija.
Edward revisó su celular
-Es muy tarde- se levantó sacudiéndose las memorias y saliendo de la empresa
Aparcó fuera del cementerio y se acercó a paso lento, cuando llegó al sitio elegido vio a su hija, sus largos cabellos broncíneos, su figura, y se dio cuenta que Carlie era ya una mujer
Flashback…………………………………………
-¿Voy a ser papá?- Canturreó Edward tomando a Elizabeth por la cintura para elevarla en vilo por los aires, se sentía el hombre más feliz del mundo
-Si mi amor- respondió ella con lágrimas en los ojos
Ambos tenían 19 años, eran jóvenes pero estaban realmente enamorados y nada se opondría a su amor, amor que ahora se completaba con ese ser que venía a llenar sus vidas de mayor alegría
Edward se quedó pensativo cuando deposito a Elizabeth en el suelo
-¿Te sucede algo, cielo?-Cuestionó ella alarmada
-Si, Amm Lizzie ¿Cómo se llamará?-Ella río
-Pues he pensado, si es niño quiero que lleve tu nombre eso es lógico
-¿Y si es niña?-Inquirió el
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-Carlie- Dijo Edward volviendo a la realidad
Al ver sentada a su hija frente a una placa grisácea, hablando, como siempre con el recuerdo de su madre
Emmett, Esme y Carlisle la veían de lejos a la sombra de un árbol
Edward se acercó dubitativo hasta su hija
-¡Vaya hasta que apareces!-Dijo ella sin mirarlo
-Perdón…-Le salió casi en un susurro, pero no pudo responder nada más cuerdo
-Ya mamá no quiere oírte, ni yo – se puso de pie y pasó de largo frente a él, dirigiéndose a su abuela
Esme la recibió con los brazos, el cual era el lugar más seguro para Carlie, desde la muerte de su madre
Carlisle se acercó a Edward quién seguía ahí inmóvil frente a esa lápida desgastada
-Hijo Carlie quiere irse-Habló-Emmett las llevará a casa
Edward los miró con tristeza, ahí estaba su familia, ahí estaba su hija, su tesoro más preciado aunque ella no lo quisiera cerca, Le dedicó un gesto de asentimiento a Emmett quién tomó por los hombros a su madre y sobrina y las condujo a su automóvil
-Debes darle tiempo-Dijo Carlisle, después que las llantas del auto de su hermano se oyeran un poco lejos
-Lo he hecho todo mal papá-Edward sollozaba amargamente mientras Carlisle lo abrazaba
-Edward, las cosas que suceden ya están marcadas, Dios ya ha hecho sus planes- su voz cargaba la experiencia de una vida de sabiduría
Mientras su padre hablaba Edward entendía lo que debía hacer
-Papá ¿Crees que Carlie me perdone?
-Claro Edward, pero debes empezar perdonándote tu mismo
-Yo no me puedo perdonar soy un monstruo, la deje sola, cuando le prometía a Lizzie que la cuidaría siempre
-Recuperarás a tu hija, háblale con el corazón Edward
-Ella no va a querer oírme, ya la he decepcionado
-Si es necesario, llévatela lejos donde puedas estar solo con ella, donde vea tu arrepentimiento, donde se perdonen
-¿Y la empresa?- inquirió, estúpidamente
-Ese es el problema hijo, siempre piensas en tus deberes profesionales antes que en Carlie, eso te ha distanciado de ella
Edward sabía que su padre tenía razón, ya había vivido 5 años con esa situación y no quería seguir así, no era sano.
-Tienes razón, le diré que iremos de vacaciones
-Haz lo que sea para que te escuche y si es por la empresa tu preocupación, tranquilízate, la nueva auditora llegará mañana
Edward se enjugó las lágrimas
-Es eficiente?-Dijo ya más calmado
-Imagínate que ha trabajado en Alemania toda su vida, y nació aquí en Arizona deberías ver su curriculum
-Si es así de buena la debería haber oído ya ¿Cómo se llama?
-El nombre es lo de menos, pero si te interesa se llama Isabella Swan, a tu regreso la conocerás-Mencionó Carlisle, tomando por un hombro a su hijo y sacudiéndolo un poco
Aquellas palabras y la actitud de su padre reavivaban el alma de Edward
-Gracias papá, saldremos el lunes temprano-Ambos dibujaron una sonrisa en el rostro
Así con un corazón lleno de esperanzas Edward pretendía recuperar ese tesoro, el único existente en su vida, la niña de los ojos chocolate y los cabellos broncíneos, Carlie Masen su hija
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Aii me encanto! ♥
ResponderEliminarpoco a poco estais poniendo mas fics ññ
jeje :)
me gusto el capitulo enserio aunque aun no entiendo algunas cosas peroo ya me ire enterando XD!
La historia te captura, seguro que nos trasportará a un mundo lleno de emociones que no querremos dejar de sentir. Besotes
ResponderEliminarme re encanto esta buenisimo!!
ResponderEliminaresta historia esta re piolaaaaaa!!!!
ResponderEliminarme encanta!
la conoci por parte de mi amiga mily!
tkm mily!
me encanta!
le doy un 1000000 muy buena la verdad la recomendaria a todos a que la leyeran esta super buena besootess muy grandes a todos sigan haciendo historias como esta!de magali galeano