MINTIENDOLE AL ♥- CAP 02- ViiBlack

Summary: Isabella Swan es la típica niña rica, pero su vida está a punto de cambiar, cuando su padre decide contratar un guardaespaldas que cuide de ella. El corazón también juega sus cartas

DISCLAIMER: LOS PERSONAJES DE LA SAGA TWILIGHT LE PERTENECEN A STEPHENIE MEYER, Y LOS DERECHOS DE LA HISTORIA A LA COMPAÑIA PRODUCTORA (TV AZTECA)

CAP 02

NUEVO CUSTODIO

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BELLA POV

La vida había sido tanto agradecida como injusta conmigo, si, tenía la familia perfecta, y mi nivel social, estaba por encima del de muchas otras personas, era consciente que tenía tras de mí a varios posibles candidatos, gente que con tan solo una mirada, se derretía, porque no se, tal vez nos consideraban una especie de realeza, era verdad que era toda una princesa, rodeada de lujos por donde se viera, aparentemente debería ser feliz, no me faltaba nada, todo cuanto quería, lo obtenía

>>Pero nadie sabía exactamente la situación y la realidad en la que vivía, tras una máscara de presunción y petulancia, escondía el ser que verdaderamente era Isabella Swan. De una frase era más que consciente “No todas las princesas tienen un final feliz”

Y es que ni siquiera se había escrito un “final” para mi, de hecho no había ni un comienzo, después de nacer en cuna de oro, uno debe buscar, su propio bolso de plata, lo único que pedía era sentirme verdaderamente amada, no usada, como ya lo había experimentado, cada hombre que se me acercaba, leía en mis ojos un signo de dinero, y eso me hacía a mi regresarles la partida.

>>A fin de cuentas ¿Qué importaba?, ya tenía 20 años, y nadie, absolutamente nadie me había movido el suelo como para dejarlo todo por estar en su compañía, era una “Absurda Cenicienta” si creía que podía encontrar el amor, y mas con este físico. Vanessa mi hermana a quién de cariño llamábamos Nessie me repetía una y mil veces que mi apariencia era ideal, perfecta, pero yo no lo creía así

Comenzaba a creerle cuando el accidente que marcó nuestras vidas nos separó. Nessie perdió la vista, y se fue a una clínica a Europa, siempre consideré a mi hermana una persona muy valiente, nunca se dejó caer, una enfermedad, no la venció y a mí una enfermedad estaba cortándome las alas para seguir, una maldita enfermedad que aunque quise detenerla ya era muy tarde, no podía, simplemente me manipulaba

>>Era algo así como un títere a merced de quien lo maneja, ahora la podía llamar por su nombre, la consideraba mi compañera a veces, lidiar con la polémica diaria, un apellido de alcurnia, y la… soledad en la que podía decirse que latía mi corazón, la hacían más presente, la bulimia ya era parte de mi vida, ya era parte de lo que yo me constituía, me negaba a abandonarla, siempre había resultado una salida más fácil, y mucho más accesible, a mis mayores problemas

Sabía que no era algo con lo cual pudiera jugar, pero si de ante mano sabes que la guerra está perdida ¿aun pelearías una batalla?

Ese día como muchos otros, el sol me había cegado cuando Nora, el ama de llaves había corrido las cortinas, sabía que las cosas que decía eran por mi bien pero me negaba a hacerle caso
-5 minutos-grité histérica, golpeando la almohada
-Tu madre ha dicho que te levantes-Dijo antes de salir y cerrar la puerta de golpe

No sabía que misterioso poder escondía detrás de ella. No quise escuchar demasiados regaños, y bajé a desayunar, mis padre ya se encontraba en la cervecera y mamá quizá estuviera preparándose a salir, recordé que con Nessie nunca estaba sola. Ella además de mi hermana era mi cómplice y mi mejor amiga, y ahí aplicaba el hecho de que la vida había sido demasiado injusta conmigo. Me había dejado completamente en el abandono, y se había llevado a mi hermana

>>Apresuré la comida, cabe mencionar que el desayuno solo consistía en fruta picada y quizá algo de leche con café, alimentos que quemaba, en cuanto mi cuerpo entrara en contacto con el agua

Ahora entraba que la vida era muy agradecida conmigo, si bien era campeona de natación y eso era algo que sin duda me reconfortaba y me hacía sentir más en paz. Bajé a la alberca y estuve nadando sin parar por horas, de cualquier forma era una niña rica, nadie decía que debía o no hacer.

El ejercicio físico si bien me hacía sentir mejor, también me ayudaba a culpabilizarme, ya que después de nadar me daba hambre, salí a la cocina por un poco de algo que encontrara del desayuno, me sequé el cabello con la toalla y me puse una blusa. Algo había en el refrigerador, leche y más fruta picada, me serví un vaso y comí un poco, tenía que regresar de cualquier forma al jardín a buscar a mi madre.

>>Pero algo en la piscina se movió como una sacudida, desde el patio alcancé a ver el cuerpo de un hombre, para nada era mi padre, o Jasper, así que mis pies se movieron como con voluntad propia hasta el agua, lo observé nadar un poco, hasta que salió

Era un hombre, de cuerpo atlético, cabello broncíneo, blanco, demasiado para mi gusto, pero no dejaba de ser apuesto, me quedé mirando sus hermosos ojos verdes, pero me frené antes de hablar en voz alta alguno de mis pensamientos, y recobré toda actitud característica de Isabella Swan

-Me puedes decir que crees que estás haciendo?- Le pregunté al tiempo que el chico se quedaba como yo esperaba, abriendo la boca y mirándome fijamente

>>-Hey-sacudí una mano frente a el-Te estoy hablando ¿Qué haces en mi alberca?-volví a preguntar
-Estaba revisando que no hubiera nadie debajo del agua-respondió pintando una sonrisa torcida en su cara, quise reírme de su mal chiste, pero solo lo hice lo más sarcástica que pude
-Mira, no te quieras pasar de listo conmigo, ¿que no tienes ni la menor idea de quién soy?-le pregunté ya más a la defensiva, conmigo nadie se metía
-No, si se quién eres, eres Isabella, la hija de la señora Reneé- contestó despreocupado
-Perfecto, entonces si sabes quién soy, entonces te pido que me trates con más respeto ¿Quién eres?
-Soy Edward Cullen, y soy el nuevo guardaespaldas de tu mamá-respondió con una perfecta voz aterciopelada-perdón, su mamá señorita- dijo y estuve a punto de echarme a reír de nuevo, ese sujeto se estaba tomando tan enserio lo que le decía, pero así era mejor
-Pero yo no veo a mi mamá en la alberca o en este espacio ¿Qué no deberías estar cuidándola?-insistí
-Si, pero empiezo a trabajar desde mañana, así que aproveché para nadar un rato-respondió ahora el a la defensiva
-Por lo visto a ti nadie te ha enseñado cuál es tu lugar en esta casa- no iba a permitir que me humillara, no importaba si era el mismísimo Robert Pattinson ese tipo se estaba pasando conmigo
-Si, si se cual es mi lugar, Compermiso-respondió saliendo de la alberca

Y con mi 1-0 me quité nuevamente la playera y me clavé en el agua, supe que se había quedado ahí, supuse que a secarse o no lo sabía a ciencia cierta, pero era también una gran satisfacción sentirme deseada, estuve unos minutos más ahí, el tiempo en el que me aseguré que se había ido. Me dirigí a la cocina, a preguntar por mi madre. Cuando vi a un hombre corpulento de cabello negro corto y blanco, platicando con Jasper en la mesa de la cocina

-¿Y este?- pregunté mientras anudaba la toalla a mi cintura-¿Quién es?
-Es el nuevo guardaespaldas de tu mamá-respondió Nora
-Buenas noches señorita-dijo extendiendo su mano- Emmett McCarty, para servirle
-¿Otro?- volví a inquirir sorprendida, ¿que no se suponía que el tal Edward era el custodio de mi mamá?. Emmett retiró su mano, cuando yo no la tomé y me di la vuelta para salir por la puerta que daba a la sala, y a la escalera principal de las habitaciones.

Mi padre y mi madre estaban discutiendo según se escuchaba, así que decidí intervenir un poco, antes de que se acalorara la situación, no me gustaba verlos pelear
-Mami, haber ¿Cuántas personas te van a cuidar?, porque aquí hay dos tipos que dicen ser tus guardaespaldas entonces, yo ya no entiendo nada- dije para que me prestaran atención y terminaran con sus absurdas peleas
-Si los dos van a trabajar aquí-respondió aun molesta
-Pero, como que vas a llamar mucho la atención con 2 hombres detrás de ti, siguiéndote por todos lados ¿no?- la idea de mamá se me estaba haciendo muy absurda
-A mi solo me va a cuidar uno- respondió
-¿Y el otro? ¿Será el nuevo adorno del jardín?
-El otro te va a proteger a ti- dijo resuelta
-¿Qué?- le grité, un guarda espaldas, era lo último en mi lista de deseos que pedir a una estrella, y también era seguramente lo que nunca le pediría a Santa Claus
-Bella, no grites-dijo mi madre un poco más tranquila, realmente los nervios se me estaban escapando de las manos-Vamos a la concina- me dijo y yo me adelanté, para abrir la puerta.
-Ya basta Bella, no puede ser que te reveles por todo, sabes que te consiento demasiados, o más bien todos tus caprichitos, pero esto no, no insistas porque no voy a ceder- dijo con esa voz autoritaria que la caracterizaba
-Mamá esque esto es lo peor que me has hecho en toda tu vida- le contesté al borde de la locura, no era posible que me siguiera tratando como a una niña ¿un guarda espaldas?
-Bella, lo único que pretendo es cuidarte
-No tu lo que quieres es tenerme vigilada, saber dónde y con quien estoy- le respondí agriamente
-Mi amor, no, es que ¿no te das cuenta que tengo miedo que te pase algo?
-Mamá es que si me va a pasar algo me pasará con o sin tus miedos, Mami no me puedes hacer esto, no me puedes poner un guarda espaldas, te juro que si lo haces no dejaré que cualquier idiota me cuide- le respondí gritando al tiempo que sentía como la puerta de la cocina que daba precisamente a la bendita sala de Guaruras, se abría
-Cullen- llamó mi mamá, y hablando de idiotas, me dí la vuelta y pretendí no verlo ni oírlo, no estaba para sus humorcito
-Señora, la estaba buscando, quería saber qué es lo que va a pasar conmigo, Emmett me dijo, que siempre si quería ser su guardaespaldas y ya estaba contratado-
-Si, mire esque hubo un cambio de planes, ya no me cuidará a mi en lugar de eso ahora va a proteger a mi hija Bella- respondió mamá al tiempo que yo la veía a los ojos

¿Edward Cullen?, se había vuelto loca, no, la que se estaba volviendo loca era yo, no quería a ese tipo ni a 3 mm cerca mío. Volteé a verlo con el semblante mas duro que pude, eso no era difícil de lograr, me habían sacado de quicio

-Entérate de una vez que yo no te quiero cerca de mi- le dije y me di la vuelta para encaminarme a la alberca, solo nadar me quitaría esa sensación de pesadez.
Pero no pasaron ni 5 minutos cuando lo vi entrar al lugar
-Qué quieres?- le dije mas forzada que por que de verdad quisiera
-Tu y yo tenemos que hablar- Dijo muy serio, no le había oído ese tonito hacia un rato
-Que ya se te olvido el señorita?- inquirí secamente, y seguí nadando

-El respeto es algo que se gana Isabella- respondió, mientras rodeaba la alberca-Yo espero que con el tiempo lo entiendas, mira se suponía que yo sería el guardaespaldas de tu mamá pero ya ves a última hora cambiaron las cosas y ahora…
-Yo no necesito que nadie me cuide- le interrumpí subiendo octavas el timbre de mi voz
-¿Y cómo puedes estar tan segura?- dijo poniéndose en cuclillas al borde del agua. Este tipo me estaba enfermando
-Mira guarurita te voy a explicar una cosa
-Me llamo Edward
-No me importa cómo te llames, no me importa nada de ti, déjame tranquila se me cuidar sola, así que consigue un trabajo nuevo ¿si?
-No, yo necesito este trabajo y no me voy a ir- respondió seguro y sus ojos parecieron hacerse más verdes de lo que ya eran
-Está bien, si así lo quieres que te conste custodio, que te haré la vida imposible- y con esa amenaza, di por terminada la plática, para dejarme llevar de vuelta con el agua, hasta que supe que se había ido.

Si quería juego, juego tendría, no por nada me llamaba Isabella Swan, y ese nombre no se usaba en vano

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Y bien? espro que les haya gustado el capiitulO, la verdad esta semana ha siidO uff tremenda, pero por fin de salida, muchas gracias a quienes me han apoyado, y siguen esta historia XOXO