sábado, 30 de enero de 2010

MINTIENDOLE AL ♥- Cap O4-ViiB.

Summary: Isabella Swan es la típica niña rica, pero su vida está a punto de cambiar, cuando su padre decide contratar un guardaespaldas que cuide de ella. El corazón también juega sus cartas

DISCLAIMER: LOS PERSONAJES DE LA SAGA TWILIGHT LE PERTENECEN A STEPHENIE MEYER, Y LOS DERECHOS DE LA HISTORIA A LA COMPAÑIA PRODUCTORA (TV AZTECA)

CAP O4
ORGULLO
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EDWARD POV



No podía parar de pensar en ella, era como una niña, pequeña o al menos de ese modo la veía yo. Isabella estaba completamente dispuesta a frustrarme la vida.
No recordaba que en el paquete de custodio que había tenido anteriormente se informara, persecuciones en moto por niñas caprichudas y tercas. Pero tenía que aceptarlo esa era mi realidad. Por que ese era mi trabajo.

>>Recostado en el sofá de la sala de custodios no podía dejar de imaginármela escapando por una ventana, y corriendo a la calle sin protección, más bien sin mi protección, el grado de locura al que estaba sometiendo mi cabeza era intensivo y en parte lo odiaba.

Pero no quería ser el responsable de que algo malo le sucediera, hasta cierto punto ya me extrañaba, que después de esa hora de haber llegado a casa no estuviera dando gritos a Nora, o pidiéndole a Gino el cocinero que preparara la cena, o algún postre. “Paranoia de guarurita”, seguramente le habría llamado ella.

Paranoia mía o no, me levanté –muy a mi pesar- debo reconocer del sillón, pero al tiempo que sentía un gran alivio recorrer cada uno de mis huesos, de cualquier manera en unos minutos sabría que estaría haciendo la “señorita”.

>>Con paso perezoso me dirigí a su habitación, toqué la puerta para evitarle enfados mayores, y hasta le llamé señorita, sin obtener respuesta del otro lado, rodé los ojos y abrí, la ropa estaba sobre la cama, y una toalla de baño tirada en el piso, también había un par de sandalias, y una gorra de natación, la cual sobresalía de un cajón. Evidencias que incriminaban que ella estaría de vuelta en la alberca.

¿Qué demonios tenía el agua que no la dejaba?. Me encaminé a paso de superman a la alberca, -seguramente va a estar de lo más feliz de verme- dije sarcásticamente, pero cuanto más pronto le pusiera fin a esas telarañas mentales que se retorcían en mi cabeza mejor.

-Isabella-llamé desde el umbral de la puerta de la estancia
Me adentre inseguro deseando no “interrumpirla o molestarla” la verdad, a pesar de todo deseaba que ella se sintiera más cómoda conmigo, por lo menos me haría más fácil el trabajo.

>>La ví tranquila y flotando como hecho el día anterior.

-Isabella ya basta de bromas- le dije socarrón
Pero ella seguía sin responderme. ¿Qué demonios creía, que podía hacerme la misma broma y que cayera como idiota dos veces seguidas?
-Señorita, ya esta bien de sus chistes, ¿apoco piensas que me la creo?- le espeté dándome la vuelta para salir por donde había vendió

Eso había sido el colmo de los colmos, del grandísimo imbécil que era. Yo que pensaba que tal vez se encontrara en peligro real, de muerte, pero no, todo lo que quería era verme la cara de tarado, pero ahora si no lo conseguiría. Me marché a paso veloz, por el jardín.

>> Me estaba consumiendo una especie de coraje sobrenatural, que hacía mucho no sentía, me daban unas tremendas ganas de agarrarla del cuello y obligarla a salirse de ahí. Pero la tonta voz interna de mi cabeza sonaba hasta con ecos. Anunciándome que regresara por lo menos a comprobar que se estaba riendo otra vez de mi.

Luché contra mí mismo unos minutos antes de lanzar un improperio a los vientos y dar un puntapié al pasto. –Lo conseguiste- le recriminé a mi conciencia justo cuando daba la vuelta para correr de nuevo a la alberca.

Ella seguía ahí sin mover un solo músculo, -Isabella, deja de jugar- grité pro esta vez con pánico en la voz, ya no me importaba si creía que era un tarado, por que al fin lo era, me lancé al agua y la saqué de ahí, una parte de mi esperaba recibir un escupitajo de agua, pero otra parte de mi se alertó, la coloqué como el día anterior a la orilla de la alberca.

>> Su cuerpo estaba inerte, pálida, más pálida de lo que de por si ya era, inconsciente y flexible como goma

-Bella respóndeme- dije sin detenerme a pensar en nada
Le apreté el pecho como la vez anterior y agua brotó por su boca despacio, no podía reaccionar, eso solo me confirmó que era verdad y que estaba ahogada
-Gino- grité con todos mis pulmones al cocinero- Llama a un doctor
Mientras el corazón está a punto de salir del mi cuerpo Isabella, recobraba el pulso lentamente.
-Bella-volví a decir, ahora deteniéndome a pensar en si el diminutivo le importaría, cuando comenzó a toser y a escupir más agua
-Isabella, Isabella-llamé desesperado, era cierto que era una chiquilla caprichosa pero era una vida a fin de cuentas, y la hija de mi jefa.
Abrió los ojos en un parpadeo.
-¿Estás bien?- pregunté, -mal hecho-me regaño mi inconsciente. Era verdad como si estuviera bien, y en condiciones de responder

>>Claro que no contesto nada, así que la cargué en vilo entre mis brazos, Gino apareció dando piruetas delante de mí en el jardín

-¿Qué le sucedió Edward?- dijo preocupado
-Encárgate de llamarle a un doctor, ella está bien- respondí
-Claro ya viene para acá, súbela a su cuarto- contestó mientras abría la puerta trasera
-Dios mío!- corrió gritando Nora-Edward esta bien?-inquirió mientras yo comenzaba a subir los peldaños de la escalera
-Tranquila, ya reaccionó ayúdame a cambiarle la ropa mojada, mientras espero al doctor

Nora se quedó con ella, después de que la hube depositado en su cama, le dije que esperaría al doctor, y vería que Gino le preparara algo caliente.

El doctor llegó justo unos minutos antes de que Aro llegara
-¿Edward que ha sucedido?-aprovecho para llamarme por mi nombre ahora que no había nadie que lo supiera que me conocía-¿Por qué esta Marco aquí?-dijo refiriéndose al doctor que se encontraba dentro de la habitación
-Isabella, al parecer se desmayó dentro del agua y estuvo a punto de ahogarse, la encontré ahí y la saqué a tiempo-le respondí lo más tranquilo posible no quería alarmarlo también
-Que mi nieta, que?-inquirió sorprendido-No es posible… digo ella es campeona de natación, no podría ahogarse así de fácil
-Aro, tranquilízate, te acabo de explicar, que al parecer Isabella se desmayó dentro de la alberca

Estaba a punto de rebatirme algo, cuando la señora Reneé seguida por Emmett entraba como ráfaga por la estancia
-Donde esta mi hija?-me inquirió al borde de la locura
-Reneé tranquilízate, Bella está bien-explicó Aro
-Edward donde está?- dijo más apremiante
-Arriba en su cuarto, tranquilícese señora, Isabella está bien- pero al parecer no me oyó por que corrió como alma que lleva el diablo escaleras arriba

Aro y yo nos quedamos contemplándola mientras iba en busca de su hija. Comprendía que la señora estuviera tremendamente asustada por ella, al parecer Vanessa estaba en otro país y su deber era cuidar de la que tenía a la mano.

-Edward- me dijo Aro con el semblante realmente serio- Salvaste a mi nieta y yo
-Aro yo no hice mas que mi trabajo- le interrumpí
-De no haber sido por ti, no estaría viva, así que considera pagada la deuda que Carlisle tiene conmigo
-Yo no puedo aceptar eso- respondí amargamente ¿Qué creía que era yo? Otro de sus peones? –Te lo pagaré conforme pueda, centavo a centavo
-Como quieras, se que era un chico testarudo pero la verdad no hace falta, en lo que a mí respecta, mis hombres no tendrán por que buscar más a tu padre

No esperaba que le diera las gracias ¿o si?. En fin me armé de valor para pasar por su lado lo más digno que pude
-No es nada Aro, así que le pagaré- dije sin voltear, unos pasos delante de la escalera, el no respondió

>>Pero una parte de mi se alegraba de que por fin sus “matones” dejaran en paz a Carlisle. Me encaminé a la puerta de la habitación de Isabella, a pesar de todo quería saber cómo se encontraba, Marco salió por delante y me dedico una mirada antes de bajar por las escaleras.

La señora Reneé salió tras el
-Cullen, que bueno que está aquí, necesitamos hablar- dijo cerrando la puerta
-Si dígame
-¿Qué fue lo que ocurrió con Bella?
-Yo fui a ver si estaba en la alberca, ya que no la había encontrado en su habitación, y cuando llegué la vi, desmayada ahí a mitad del agua, me lancé por ella y la saqué. Le pedía Gino llamara un doctor, mientras Nora me ayudaba con a cambiarla de ropa y le hacían un té en la cocina. ¿Está bien?
-Sí, si, Bella está muy bien, con respecto al accidente, pero no está nada bien de salud, parece que el doctor sospecha que su desmayo fue debido a una enfermedad alimenticia.

Así que eso era lo que hacía en el baño. No dije nada y me limité a escucharla
-Sabe usted algo?-preguntó
-Nada señora. En absoluto
-Le pido que por favor, todo lo que tenga que ver con Bella, me lo informe inmediatamente.
-Como usted diga
-Gracias Culle, y por cierto. Ella quiere verlo. Iré a traerle algo para que cene, el doctor dice que tiene un cuadro de anemia.

Tenía que averiguar el secreto que Isabella Swan guardaba en su baño, pero no era el momento, di vuelta a la perilla, mientras contemplé que su madre estuviera lo bastante lejos, nunca imaginé encontrarla como lo hice.



BELLA POV


Es verdad eso que dicen: Que antes de morir ves tu vida pasar por delante de ti.
Pero cuando mi cuerpo estuvo en total contacto con el agua lo único que ya no deseaba era morir. Sin embargo todas las cosas caen por su propio peso.

El vomito inducido que me ocasionaba constantemente había podido mas conmigo, y con toda la voluntad de no suicidarme en ese instante. Lo último que podía recordar era agua, agua, agua por todos lados, y después un vacio interminable y una negrura infinita, frio, mucho frio y después nada.

>>No se cuanto tiempo paso, pero lo primero que ví al medio abrir los ojos fueron los suyos, tan verdes y llenos de ¿angustia?, la verdad no me sentía en estado de escrutar miradas, y aunque no quisiera que el me levantara, me sentí por una vez segura en sus brazos. ¿Qué podía decir?, me había salvado la vida.

El doctorcito que se trajeron, había conseguido sembrarle la semilla de la duda a mi madre, y ahora sospechaba que padecía de una enfermedad alimenticia. Lo cual era totalmente cierto, pero claro que no tenían por qué darse cuenta

Mamá me había interrogado por mis horarios y tipo de comida, frente al doctor, y amenazando con que regresaría con una bandeja llena de esta, por que quería que el cuadro de “anemia” se esfumara cuanto antes.

Estaba a un paso de alcanzarla después de que cerró la puerta, solo para pedirle que también trajera jugo en aquella bandeja, pero escuché “accidentalmente” su conversación con Edward.

¿Pero que tipo tan chismoso?, ¿era necesariamente urgente que me hicieran esto?
Ciertamente no podía creer que Edward se prestara a esos jueguitos de detective

Entonces me hice a un lado lo más rápido que pude
-Hola- dijo el al borde de estrellarme la puerta en la cara-Estas mejor?- preguntó
No me guante, no aguante su cara de inocente, justo ahora que había prometido a mi madre informarle como miembro del FBI de todo lo que hacía, mis impulsos no pudieron mas conmigo y la mano salió volando a estrellarse en su piel
-Que te quede claro guarurita, que no te voy a tolerar mas- dije después de ver como se enrojecía la parte de la mejilla que estaba golpeada
-Y yo a ti menos- me dijo sorprendentemente, -Sabes que Isabella, eres una niña caprichuda y malcriada y ya, ya no te soporto- me respondió y se fue a paso largo y seguro de mi habitación.

Por fin lo había conseguido estaba sola, ya no había nadie detrás de mi, era libre, y por alguna extraña razón me sentía dolida.

>>Minutos después mi madre regresó con la charola en mano y el ceño tremendamente fruncido, era obvio que el tipo ya le había contado lo sucedido.

-Bella, ¿Qué pasó con Edward?
-Ay mamá no- le respondí cansada
-Bella- volvió a decir colocando la bandeja de comida sobre el buró- debes ofrecerle una disculpa a Culle
-Mamá ya mira, no sé qué te dijo, pero quiero que se largue
-precisamente por eso, se quiere ir
-Perfecto-espeté
-Bella, mi amor, no seas tan testaruda, hija
-Mamá si eso es lo que quiere que se vaya, y a mi me deja en paz
-Cariño-dijo suavemente-Mírame, yo no quisiera ponerte un policía que cuide de ti, pero me han intentado secuestrar y no quiero que nada te suceda

No respondí su chantaje estaba dando resultados
-Si no lo haces por ti Bella, hazlo por mi- terminó diciendo
-Ok, esta bien ya me convenciste, dile que suba- respondí
-gracias hija, sabía que entenderías- y se desapareció por la puerta de mi cuarto

La libertad es un fracaso cuando tienes una madre chantajista, y sumamente maravillosa- pensé para tirarme en la cama a comer el pastel y el café que había traído en la bandeja

Unos minutos después pareció por la puerta de mi habitación.
-Para que me mandaste llamar?- se apresuró a decir aun sin entrar completamente por la puerta
-Ya sabes para que- dije mientras le daba otra mordida a mi pastel
-No, no tengo idea- respondió
-Perdón-susurré
-Qué?
-PERDÓN- dije en un tono más alto de voz
-Eso es bueno, y sabes qué? Sonaste sincera, está bien te perdono- dijo el muy cómico-Y no tienes algo más que decirme?-inquirió retándome, ese tipo me iba a sacar arrugas en un dos por tres
-No renuncies quédate- volví a susurrar
-Qué?
-QUE NO RENUNCIES QUE TE QUEDES- le grité
-Nunca me he negado a la petición de una mujer, y por ser tu…-pareció meditarlo un segundo-está bien me quedaré- y comenzó a reírse, hasta ese momento no me había dado cuenta de la torcida sonrisa que tenía, sonrisa torcida = sexy, pero aquí aplicaba sonrisa torcida= idiota

Edward Cullen, iba a tomar la iniciativa de irse de mi casa para siempre, sin que me dejara ofendida, y sin que tuviera que humillarme para pedirle perdón, de eso me encargaba yo.

EDWARD POV



Parecía por fin atisbar un halo de luz en la oscuridad, Isabella me había pedido perdón y eso ya era un gran avance, dolía verla humillada, pero a la vez provocaba un gran satisfacción tanta que no podía dejar de ver sus ojos apenados y a la vez airados en mi mente.

>>Me dirigía a la habitación de los custodios cuando escuché ruidos en el invernadero de la señora Reneé. Caminé a prisa y cuando me asome por el umbral del vestíbulo ahí estaba

Una chica de cabellos rubios, más chica que yo en edad, y unos ojos curiosos y grandes me observaban
-Quien es usted?-preguntó, sosteniendo un bonsái del lugar entre sus manos
-La pregunta, aquí es ¿quién eres tu?- respondí mientras me acercaba a ella sigilosamente.

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Ola, Uff buenO q puedO deciir me he diivertiidO de lO liindhO escriibiiendO MAC, aunq se q muchas sOn TEAM JAKE, prO me ha fasciinadO escriibiir cOn Edward, y creO q se puede nOtar xD, esprO q las q siigan esta hiistOriia nO la abandOnen y la aliimenten cOn sus reviiews xfavOr ñ.ñ XOX ViiB.

6 comentarios:

  1. jajajja... yo te sigo porque la verdad es que amo a edward jajaj... esta increíble el capi pero... quien es esa chica rubia? uu... chan chan jajaj... muy bueno ya quiero el proximo!! contestando a tu pregunta vii si tengo el codigo de afiliación, la imagen está abajo de mi perfil y sale el codigo de afiliación, yo te enlazo al ratito buenop eso, besotes y nos leemos pronto =)

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  2. Vii divina!!! Yo soy Team Edward y quiero uno como el tuyo!! me encantó tu descripción en la piscina y ups! una rubia!...ummmm.... la semana que viene más! Te adoro niña.
    Un beso.
    T.

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  3. me encantaaa!! soii team jacob peroo gusta edward tambien...ya qe pondras a vannesa (rennesme) pon a jacob como el guarda espaldas de ella seria geniall..!
    salee son lo maximo sigan asiiii

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  4. hola yo tambien te sigo.... me encanta esta historia.... y juegos del destino aunque soy mas team edward... besos

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  5. wooowwww jajajajaj ne re gustaaaaaaaaaaaa edwarddddddddddddddddddddddd

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  6. increible
    marabillozo
    excelente
    explendido
    perfecto!!!!

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