POR COBARDIA-CAP O7-Yazmiin Cullen

Summary: Jacob nunca llegó a conocer a Nessie ya que el huyó de ver morir a Bella. Pero un simple trayecto de tren cambiará sus vidas. ¿Que pensaran los Cullen sobre la llegada de Jacob? ¿Cómo se tomaran el que Jacob este imprimado de Renesmee?pero el peor de los problemas está por llegar... los Vulturis.

CAP O7
"MIEDOS"
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~ Renesmee P.O.V ~

Estaba en el avión, rumbo a Italia, la verdad es que estaba nerviosa. Estaba concentrada, mirando como el sol se escondía, para dar paso a su vieja compañera, la luna... Intentaba concentrarme en cosas, no me quería distraer, y meter la pata. Y a lo de querer distraerme me refería al hombre que tenía al lado, y que me miraba desde el momento en que subimos al avión. Dejé de observar el casi negro cielo, para mirarlo a él.

- ¿Tengo algo en la cara Black? - quería sonar lo más grosera posible, pero mirarle a él me lo impedía.

- Pues tienes, unos ojos chocolate bellísimos, unos labios bonitos, no propios de una Humana, Cullen - la piel se me erizó, por la forma en que dijo mi apellido. Volví a girarme, era absurdo que me pasase eso, no quería nada con él, nada. Pero algo me decía que me equivocaba.

- No te gires - pareció refunfuñar - he estado 10 años sin ver tu rostro...- susurró, lo tenía pegado en la espalda. No era justo que hiciera eso, por que provocaba una sensación en mí, que la tenía guardada desde hace años. Volví a encararme con él, pero esta vez su rostro estaba a milímetros del mío.

- Jacob yo... - no sabía que decir, ni que hacer, su dulce aliento, se introducía en mi boca y sentí unas ganas terribles de besarlo, pero no, no debía caer, por que si lo hacía yo acabaría mal, como siempre, como todos. Lo aparte, poniendo mis manos en sus pectorales, creo que eso no fue buena idea, mi corazón se aceleró al tocarlo... las quité rápidamente. Lo miré.

- Renesmee, no soy como los demás - se sentó correctamente, mirando el asiento delantero.
Me mordí el labio, debí de activar mi escudo y no tocarlo.

- Y lo sabes, sabes que no soy como los demás - continuó él - sé que te hicieron daño y odio eso, odio que sufrieras - ahora me miraba, su mirada era intensa y parecía sincera. Pero aún así no me gustaba recordar eso, cerré los ojos, al sentir una punzada en mi pecho. Noté su mano en mi mejilla, era cálido.

- Pero es que yo no quiero problemas... - susurré mientras habría los ojos.

- Que problemas van a haber? - preguntó, con el ceño fruncido.

- No nos van a aceptar - contesté.

- Tu familia nos aceptará - su rostro pareció calmarse, pero yo no me refería a eso, me refería a los Vulturi.

- Los Vulturis no... - noté su mano temblar en mi mejilla, y vi como su mandíbula se tensaba.

- Tu vas alejarte de ellos y todo saldrá... bien- retiró su mano de mi rostro, para luego cerrarla en un puño.

- Sabes bien que no Jake - dije con tristeza.

- Pero por qué es?, por lo que soy? - alzó un poco la voz, y los pasajeros de los asientos de al lado nos miraron. Toqué su fornido brazo. “No alces la voz, no quiero que nos metan en un loquero" , el asintió. Tenía mi mente cerrada, así que la de él también lo estaba. Mi poder sólo actuaba cuando mi mente estaba abierta. Y eso me reconfortó, no quería escuchar sus pensamientos. La última vez
que hice eso, mi corazón se aceleró de tal forma que me avergoncé.- yo puedo unirme a esos perros Vulturi, si es necesario - su mirada era intensa.

- No.. No - dije mientras negaba con la cabeza - de ¿verdad querrías matar a los de tu especie? no puedes, no debes hundirte en ese fango, ya lo hice yo y salí mal parada, Y además aun así siendo los dos Vulturi, nos matarían si supieran que estamos juntos - la última palabra me costó decirla, yo aún no había decidido nada, bueno quizás sí, pero me daba miedo, volver amar y destruirme. - las relaciones entre vampiros y licántropos están mal visas - dije en un tono de voz baja.

- Pero la cuestión está, en que tú no eres un Vampiro - respondió él, estaba tenso.

- Lo sé, pero yo siendo una híbrida, lo tengo más difícil - me miró confundido - verás, tengo genes humanos, es decir tengo la posibilidad de reproducirme - sentí un pequeño cosquilleo en la barriga, al ver su expresión cuando pronuncié la última frase, pero me dejé de tonterías y seguí hablando - y claro, si una híbrida da a luz, un hijo de un licántropo, sería algo peligroso... sería unir las tres razas. Y crear a un ser superior a nosotros ¿entiendes? - tenía la mirada perdida, me asusto su reacción.

- Wow... - suspiró- que cosas tiene la vida. Lo miré confundida, sus ojos tenían un brillo extraño, me ruboricé un poco.

- Sí - solo dije eso, mientras evitaba ponerme más roja ante mis pensamientos absurdos.

- ¿Y esa criatura sería muy peligrosa? - preguntó interesado.

- No lo sé, es lo que he escuchado... digamos que ese es el gran miedo de los Vulturis, y hacen lo que sea para evitar que eso llegara a pasar.

- ¿Como qué? - parecía bastante interesado.

- Verás, hay mas híbridos en la guardia, pero este caso sólo afecta a las híbridas - me pausé - alguna de ellas, saben de la existencia de los lobos Vulturi y han cooperado con ellos, pero en ocasiones algún licántropo, ha quedado imprimado de una híbrida... y si la cosa iba a más los mataban a los dos, o sólo al licántropo. - volvió a tensar-se.

- Menuda mierda... - susurró con asco.- son unos monstruos...

- Somos unos monstruos - le corregí.

- Pero ellos nos superan.

- Sí - pero ellos no son capaces de crear a ningún engendro como el que podíamos crear nosotros, pensé. Suspiré, a veces odiaba ser lo que era, tenía dificultades para todo, incluso en el amor.

No volvimos a hablar del tema. A veces nos mirábamos y él me sonreía, yo le devolvía la sonrisa, sin querer, era como algo natural en mí. Las luces se apagaron y quedaron encendidas las de los pasillos, que estaba colocadas en el suelo. La luna llena desprendía una agradable luz, que pasaba por mi ventana. En dos horas estaríamos en Italia, y en 3 horas en Volterra. No sé cuándo ocurrió pero me quedé dormida.

Caminaba, por el bosque. Lucía un camisón blanco, y buscaba algo. Llegué a una laguna, un niño de unos 13 años salió del agua, no llevaba camiseta, simplemente vestía unos pantalones vaqueros que le llagaban por las rodillas. Al verme sonrió. Me acerqué a él, era de tez morena, y sus ojos verdes me resultaron familiares. Su sonrisa era blanca y preciosa... se parecía a la de alguien. Algunos rayos de la luz de sol, cayeron sobre nosotros. Su piel brillaba como la de un vampiro, pero su corazón latía con fuerza. Lo miré un poco asustada... no sabía lo que era. Se acercó a mí con una sonrisa. Me abrazó, su piel era cálida como la de un licántropo.

- Buenos días mamá - susurró en mi oído.

Abrí los ojos jadeando. Noté varias gotas de sudor en mi nuca, eso solo me pasaba cuando tenia "pesadillas", aunque no sé si lo que había soñado era exactamente una pesadilla.

- ¿Ness? - Jacob me miraba preocupado - ¿te encuentras bien?

- Saisi - tartamudeé- sólo que no, no tenido un buen sueño- era vergonzoso decirlo, pero el hombre que tenía al lado era Jacob, simplemente Jacob.

-Oh..- me abrazó en un intento de consolarme, pero la verdad, es que el sueño no había sido ya malo, por una parte me gustaba, por que sabía quién era el padre de aquel niño. Noté su corazón por segunda vez, debajo mi oreja. Me sorprendí al notar que nuestros corazones latían al mismo tiempo. Sonreí y lo abracé con más fuerza. Nos quedamos así durante un rato, finalmente nos separamos, no, esa palabra no me gustaba, mejor dicho nos alejamos.

- Gracias Jake - el me sonrió.

- No hace falta tonta - sonrió dulcemente.

Sonaron los altavoces, indicando que nos preparásemos para el aterrizaje. Debían de ser las 5 de la mañana, ya que el Sol aún no se veía, eso me complació, no me apetecía incomodarme pensando si iba a brillar. Nos abrochamos los cinturones. Miré a Jacob varias veces, sus ojeras eran notables, debía de haber estado despierto todo el trayecto, solo para contemplarme. Mi corazón se aceleró al pensar aquello, ahora sentía que todas las heridas, ya no estaban, las estaba curando Jake...
10 minutos después ya estábamos en tierra, ahora empezaba lo bueno. Salimos del aeropuerto, y nos dirigimos hacia unos polígonos, las calles estaban desiertas a esas horas.

- Bien y ahora qué hacemos? - preguntó él mirando hacia todos los lados.

- Hacemos? - pregunté irónica - tu no vas a hacer nada, a no ser que quieras ser papilla con solo pisar Volterra.

- Renesmee no lo hagas mas difícil, no voy a dejar que vallas tu sola.- cogió mi mano.

- Y yo no voy a dejar que te hagan daño - apreté su mano.

- Alejándote ya me haces daño Ness - su voz era dulce, pero triste.

- Pero... - resoplé, como ya había comprobado antes, este hombre era cabezota.- mira, vamos a ir al castillo del bosque, te quedarás a unos kilómetros de allí. Alguien de la guardia debe de estar esperándome allí.

- Eso suena mejor - sonrió a medias.

Nos dirigimos a los bosques de Volterra, Jacob me seguía en forma lobuna. La verdad es que tenía miedo de algo malo le pasara por mi culpa. Paré cuando creí que nos encontrábamos en el lugar perfecto. Jacob, desapareció por unos minutos y luego volvió... vestido, con unos jeans piratas y descalzo.

- Ahora te quedaras aquí, deben de estar esperándome a pocos kilómetros de aquí - el asintió.

- Su veo que algo va mal, me da igual que me arranquen la cabeza pero te ayudaré - su mirada se oscureció.

- Espero que no... - me hablé a mi misma.- bueno tu espérame aquí, ¿vale? - se acercó a mí, un paso nuestros rostros estaban a varios centímetros.- Adiós... Jake - dije entrecortadamente mientras veia que su rostro se acercaba al mío.

Sus labios tocaron los míos, suavemente, sus manos volaron a mi espalda, para acercarme a él. Lo notaba por todo mí ser, coloqué mis manos en su nuca, para cogerlo mejor. Mis labios ardían ante su contacto, mientras que nuestras leguas danzaban, como nunca lo habían hecho antes. Nos separamos para, apoyarnos en nuestras frentes.

- Te quiero, Renesmee... te prometo que nunca te haré daño, lo prometo - varias lágrimas cayeron por mis mejillas, pero no eran de tristeza, era de emoción. Había encontrado al hombre de mi vida, pero como siempre me pasaba, cuando tenía algo bueno solía recibir algo malo.

- Yo también te quiero Jake - susurré, nos besamos y finalmente quedamos en un abrazo. Su aroma me cautivaba, y me llevaba a otro mundo. Su piel, era cálida y ardiente. Y su sangre olía dulcemente bien.

- Es el mejor Adiós que me han dado - dijo él con su sonrisa fugaz. Yo solo pude sonreír como una tonta.

- Y espero que sea el último, no quiero volver a decirte esa palabra fea - respondí.

- Pues no me digas eso, simplemente di: nos vemos.

- Pues, nos vemos - lo abracé para luego separarme de él.

- Aquí te espero - me tomó para besarme por última vez.

Salé, corriendo, en busca de mi crudo destino. Pero al menos, sabía que si me mataban, moriría amando y no odiando. Noté una presencia a varios metros de mí, paré en seco.

- Valla apestamos a perro - Félix, salió entre los árboles junto con Aro. Tragué en seco, Aro nunca salía del castillo... solo en ocasiones especiales.

- Yo no apesto a nada...- respondí mirando mal a Félix.

- Cállate - me ordenó Aro - ¿cómo te atreves a andar con perros? - se acercó a mí y me miró con asco.

- Quiero dejar la guardia - dije sin más.

- Por tu estúpida familia? - rió sin ganas Aro.

Iba a contestarle, pero sabía que si lo hacía yo acabaría mal.

- Por el chucho? - esto lo dijo con mas asco.

- Simplemente quiero dejar la guardia, no importan mis motivos. - respondí.

- Esta por aquí cerca - dijo Félix mirando por todos los lugares.

- Espera Félix... - Aro, me volvió a mirar.

- ¿Eso es lo que quieres, de verdad?, ¿qué vas a hacer, criar monstruitos, para que luego nosotros los matemos? - sus ojos rojos eran intimidantes. - No Renesmee, no te voy a dar ese gozo... tu perteneces a los Vulturi y morirás como una Vulturi.- llevó su mano a mi cuello.- ves a por el perro y tráelo aquí, quiero que vea como lo matas. - intenté moverme, pero su mano actuaba como una soga, me estaba asfixiando.

- NO, no...- dije como pude.

- Ves lo que has hecho?, tanto costaba traer a tu estúpida guardiana? - se pausó - que por lo visto también es una traidora.- Durante aquellos minutos, no había querido usar la violencia, pero me estaba empezando a hartar, atice una fuerte patada en el vientre, haciendo que crujieron varios huesos, me soltó de golpe. Acababa de patear, a la realeza vampírica. - Como te atreves a tocarme, estúpido engendro - la rabia en sus ojos. Estaba tirado en el suelo, le aticé una patada en la cabeza, esta se separó de la columna. Tardaría unos minutos hasta que los huesos se soldaran, y recuperara sus conocimientos. Salí pitando de allí. Siguiendo el rastro de Félix. Pero a los pocos minutos, mi lobo estaba a mi lado.

- Pero qué? - pregunté algo divertida. Me acerqué a él para subirme a su lomo. "¿no te ha encontrado", abrí la mente de ambos, " si..., a Emmett le va a dar algo cuando se entere que he matado a su juguete preferido", " Jake, sabes que estamos muertos, ¿verdad?, " NO pasa nada amor, solo tenemos a unos vampiros rabiosos" - contestó.

Nos alejamos de allí. Jacob parecía tranquilo, pero yo tenía miedo. Si antes nos iban a atacar por que los Cullen protegían a los lobos, ahora nos matarían con más ganas. Tenía la sensación de que el problema en todo aquel asunto era yo, por que si yo nunca hubiese nacido. Los Vulturis no se habrían interesado en mi familia los Cullen, habrían sido más felices. Cada en su bando... pero no, yo tuve la maldita suerte de existir. Mis padres tuvieron la maldita suerte de crear al ser que los iba a llevar a la muerte, junto con su propia hija.


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Buenoo pues ya tuviero su primer beso ñ.ñ, esta historia cada vez me va gustando más. Y ahora habrá mas confianza entre Jake y Ness, mucha mass ;D.
Espero que os haya gustado :), besoos . Yazz Cullen.