MINTIENDOLE AL ♥: BF-CAP O5-ViiBlaCk

Summary: Después de la Boda de Edward, Bella cae en una depresión terrible, hasta que conoce a su salvador Jacob Black, un ex campeón del Boxeo ¿Será posible recuperar el amor de la persona que amas, a pesar de que parece que todo está en contra?

DISCLAIMER: LOS PERSONAJES DE LA SAGA TWILIGHT LE PERTENECEN A STEPHENIE MEYER, Y LOS DERECHOS DE LA HISTORIA A LA COMPAÑIA PRODUCTORA (TV AZTECA)

CAP O5 "INQUEBRANTABLE, IMPERDONABLE"


EDWARD POV

Lo que es normal, muchas veces se ve en la necesidad de replantearse. Era normal para mí verla, como una luz, esa luz de ángel que me brindó en algún tiempo cada día se iba consumiendo. Ahora era normal verla bajo ese color ceniciento de la piel y los labios partidos, ahora era normal acudir a la transfusión de plaquetas. Tanya pensaba que tenía un problema de anemia aguda. Y yo, como Emmett y Rosalie también la engañaba.

Ni Peter Pan, con su polvo de hadas haría que volviera a brillar.

Me recliné contra la blanquecina pared, dos dedos sostenían el puente de mi nariz, de un momento a otro la vida cambiaba, y ahora daba un vuelco de 360°.

No era feliz, en absoluto. Tanya tampoco lo era, y Bella, al menos Bella hacía que las cosas parecieran menos difíciles para ella.

Un escalofrío me recorrió la espina dorsal. Ella estaba con Jacob. Y yo estaba solo.

-¿Es usted el esposo de la señora McCarty?-preguntó el hombre de la bata blanca

Asentí. Estaba cansado, había respondido a esa pregunta tantas veces que ya sabía cuando la iban a pronunciar. Además de que la respuesta era obvia. No había ni un alma más en el área de “Trasplantes sanguíneos”.

-Edward Cullen-dije cansado, ya no había muchas esperanzas. Ya todo carecía de sentido.

-Debo serle franco Sr. Cullen-dijo despacio- Ella no resistirá mucho tiempo.

Fue como si todo el mundo se derrumbara, como si las paredes se hicieran pequeñas, como si todo valiera nada, y me minimizara hasta sentirme desaparecer. Un mareo fue lo que siguió y después nada.

-Necesito que lo entienda-habló el hombre, lo escuchaba, con los sentidos aturdidos y las piernas que fallaban.

-Lo entiendo-respondí-¿Cuánto tiempo?

-Quizá menos de un mes- después de un largo silencio esa fue la respuesta-Es hora de decírselo-finalizó

Saqué el móvil y tecleé rápidamente
-Rose, necesito que vengan de inmediato-solo fueron necesarias esas palabras, ella colgó el teléfono y supe que no tardarían

Quizá fuera un enfermo, un imbécil, quizá pensaran que no me tentaba el corazón. Pero tanya era su propio ángel. Y yo me había quedado sin uno. Estaba perdiéndola a ella. Y había dejado a la persona que mas amaba en la vida.

Yo no tenía a nadie, me sentía tan solo. Y en ese momento que el mundo se derrumbaba era peor. Mucho peor

Y sabía que debía hacer para sentirme completo. Sabía cuál era el único remedio para imaginar que todo estaba bien. Que nada importaba, que seguía vivo.

Marqué el número de memoria. Lo conocía tanto como sabía que mi cabello se alborotaba siempre más en las mañanas.

-Hola-Escuché su voz. Esa única medicina para mi alma herida, su voz

-¿Estás bien?-pregunté sin un saludo previo, solo quería que me reconfortarla saber que ella por lo menos hacía el intento por ser feliz

-Lo estoy, ¿ocurre algo?-preguntó fría y distante

-Tanya está en el hospital-dije ¿Qué más podía decirle? ¿Qué solo hablaba porque entre que mi esposa se medio moría yo pensaba en ella? Era un imbécil, pero un imbécil que la amaba.

Tras un largo silencio. Colgó.

Quise lanzar contra el suelo el móvil que sostenía en la mano. Siempre arruinando el momento, siempre alejándola de mí. Esta vez tenía que hacer algo, no podía dejar que las cosas se salieran de su cauce. No debía

Volví a teclear, el teléfono dio señal. Pero entendí que no me respondería.

>>Un último intento-fueron las palabras de consuelo que mi mente evocó y lo hice. Para después maldecirme mil veces por haberlo hecho.

-Hola-escuché a mi interlocutor, era una voz ronca y profunda. Sabía que estaban juntos, pero nunca imaginé, y nunca quise pensar en que tanto. Ahora lo sabía

-Jacob, necesito hablar con Bella, es algo urgente-dije intentando contener la rabia que sentía porque él estuviera con ella-¿está cerca?

-Sí, está aquí-su tono era aun más severo y distante, cortante cual cuchillo de dos filos.

-Es Cullen, dice que es urgente-dijo y supe que no estaba nada feliz de que le llamara

Quizá Jacob no conociera nuestro pasado, pero no era para nada imbécil. El ya se habría dado cuenta de que entre Bella y yo había muchas líneas que contar.

-Bella solo necesito que me escuches, Tanya esta… Bella yo-no sabía cómo reparar el daño, y volvía a mencionarla a ella

-No viene al caso Edward-contestó rápido

-Bella, dime ¿Jacob y tu están… saliendo?-pregunté, las palabras salieron solas como torrente, como fluidas. Sin necesidad de ser empujadas solo fluyeron. Era necesario pregunta aquello, aunque me aventuraba a que esa respuesta no me dejara pensar ni dormir. Y a que también me matara si era lo que temía.

-No-respondió fría y seca, pero sabía que Jacob aún estaba a su alrededor. Y si bien no tenía ninguna relación más que profesional con él. Ella estaba nerviosa por estar a su lado, no me lo podía esconder

-¿Vas a estar con él?-pregunté rápidamente. Lo necesitaba escuchar.

La respuesta fue peor que el silencio

-Adiós-dijo y colgó. Entonces supe que ya no había esperanzas de que ella siguiera siendo mía.
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Tanya se recostó sobre el sillón de la sala. Rose y Emmett habían ido al estudio con Reneé y Charlie.

El doctor había recomendado que Tanya estuviera aunque fuese un par de días en un lugar al aire libre. Que disfrutara y que la hicieran sentir querida y en casa.

Después de palmearme un hombro y tras un –realmente lo siento chico-se retiró dejándome con la mano blanquecina entrelazada en la mía.

Habíamos pasado todo ese día en aquel hospital. Y eran las doce del medio día que seguía. Las pesadillas me habían atormentado

La veía sonriendo, tomada de la mano morena de Black, el niño en brazos de su padre. Y ella, ella estaba hermosa como siempre, sus ojos castaños y sus cabellos ondulados la favorecían como lo habían hecho toda la vida.

Pero ella estaba unida a Jacob, sus manos no significaban nada, si comparaba el estomago abultado de Bella. Jacob tendría un bebé. Ella tendría un bebé, y no sería mío.

Me encontré con las manos en la cara y Tanya inclinada ante mí.

-¿Estás bien?-preguntó preocupada

-Lo estoy-respondí de inmediato poniéndome en pie y ayudándola a reclinarse de nuevo contra el sillón-No te levantes-su mano sujetó la mía y me sonrió débilmente

-No me siento mal Edward-dijo y un leve destello rosa en sus pómulos le iluminó

Emmett, Rosalie y yo habíamos acordado no decirle nada respecto a su enfermedad. El médico decía que sería mucho mejor decirle la verdad, y que ella supiera que sus días no estaban prolongados indefinidamente

Emmett tronó y Rose pidió disculpas antes de seguirlo. Ellos no lo harían. Y yo no la iba a matar antes con esa confesión. Cumpliría mi promesa y la haría feliz, hasta que su corazón dejara de latir.

-Te ves mucho mejor-anunció la voz de Reneé entrando a la estancia

-ya no me siento mal-dijo ella, y un alteo apareció en la mirada de sus padres

-Emmett, y Rosalie me han contado lo que dijo el médico-habló dirigiéndose a mi-Quiero que lleves a cabo sus instrucciones-finalizó

-Señora, no tenemos a donde ir fuera de la ciudad-respondí

-Por supuesto que lo tienen Edward, vayan a mi rancho, ese lugar seguro le dará a Tanya la tranquilidad que necesita y se pondrá mejor-ella sonrió

Mi corazón se apretujó. Rancho, había dicho, Bella estaría ahí, Bella y Jacob, Bella, Jacob y Daniel. Pero al fin Bella

Tanya no tendría porque saber que ellos estaban en ese lugar. Quizá Reneé lo sabía pero mis suegros no tenían idea. Era un monstruo y en ese preciso momento no me importaba. Necesitaba verla y cuidarla como lo había hecho hasta el día que ella decidió irse.

-Será seguro, y reconfortante-dijo Reneé, ella sabía demasiado bien que Tanya no estaba enferma de anemia. Pero quizá su invitación llevaba un trasfondo.

-Vamos entonces-respondió Tanya antes que yo lo hiciera

Solo quería verla, era enfermizo y mezquino. Solo quería decirle lo que sentía.


BELLA POV<>

Jacob Black me impactaba cada vez más, sabía tanto de cualquier cosa que era realmente difícil saber hasta qué punto no era una enciclopedia andante.

Dan lo admiraba en sobremanera, sus ojos brillaban cuando su padre hablaba

-Algún día seré como el-me dijo cuando lo arropaba en la cama

Cerré la puerta despacio, y dos manos me sujetaron por los hombros

-¿Se durmió ya?-preguntó cerca de mi oído y no pude evitar estremecerme completamente. Seguro lo sintió por qué me quitó las manos de encima como si de una estufa se tratara

-Lo hizo-contesté girando para encararlo

-Ven-dijo y tendió su mano para que la tomara. Coloqué un mechón de mi cabello detrás de la oreja y lo seguí escaleras abajo

La leña de la chimenea estaba roja y las llamas naranjas y amarillas bailaban en un ritmo exquisito que flameaba sobre su rostro moreno.

Me senté en la alfombra y el imitó mi gesto. Hacía frio y me envolvió con sus brazos.

-Daniel es más feliz desde que te conoce-dijo y sus manos paseaban por mis cabellos caoba

-Yo soy más feliz desde que los conozco a ambos-No era mentira

El sonido musical de su risa abrió una cortina entre los dos.

-¿Jake?-pregunté y el emitió un ruidito mientras apoyaba su cabeza en la mía-¿Quieres contarme?-pregunté, él sabía a qué me refería

-No Bella-respondió sin tono-No quiero hacerlo-levantó mi barbilla hasta que pude verle el rostro-Pero lo haré, te lo debo-dijo

Quise rebatirle y decirle que no había algún problema, que todo estaría bien y que dejaría de preguntar pero me silenció con solo una mirada, de esas oscuras que cargaban su rostro.

-La conocí muy joven-empezó-tenía 20 años, había empezado mi carrera, el boxeo lo era todo para mí-se aclaró la garganta y sus ojos se perdieron dentro de las llamas danzantes de la chimenea.

-La tribu de la que soy originario habla sobre una leyenda, La Imprimación-se rió por debajo del dolor-Leah era una chica hermosa, y la conocí en una de mis “giras”. Era una fan ¿sabes?-volvió a reír, como si recordara cada parte de su vida al lado de la mujer que amaba.

-Después de un autógrafo, levanté la vista y la miré a los ojos. ¡Zaz!-chocó las manos en un aplauso-La imprimación, era como si cada parte de mi vida estuviera conectada a la de ella, también Leah lo sintió, no podíamos esperar

-Entonces se casaron-le interrumpí, el asintió

-Al año se embarazo-giró la cabeza en dirección a las escaleras-Y ahí tienes el resultado-me sonrió y yo le correspondí. Dan realmente era un niño hermoso.

-Todo paso muy rápido-sus piernas se flexionaron hasta casi tocar su pecho, las manos morenas se colaron con fuerza entre los mechones azabache de su cabello-Estaba boxeando Bella, iba a ganar, iba a ser nuevamente el campeón

Sus ojos estaban perdidos y mis manos le tomaron el brazo con fuerza. Jake temblaba

-Entonces me dijeron que habían tenido un accidente en la carretera-continuó-Salí corriendo a buscarlos, Daniel tendría un año-hubo un silencio que solo fue acompañado con los tronidos de la madera proveniente de la fogata

-Ella lo cubrió con su cuerpo-dijo escondiendo su deseo por soltarse a llorar-Y ella… Ella fue el ángel que Dios usó. Pero me pidió un ángel por otro. Quizá no era lo suficientemente bueno como para merecer tanto-meneó la cabeza y yo la contuve entre mis manos, tenía los ojos firmemente apretados.

-Jake, eres lo suficientemente bueno para merecerlo-dije y poco a poco fue abriendo sus ojos hasta que chocaron con los míos-Los designios de Dios aunque son dolorosos, son perfectos-Eso lo había aprendido de mi madre.

Sus manos se aferraron fuertemente a mi cintura y me atrajeron a su cuerpo, me envolvió el calor de sus brazos y su rostro se hundió en mi cabello

No dijimos nada más, Jake necesitaba un alma que le entendiera, yo, un alma que me quisiera. Juntos se completaba la pieza faltante en el rompecabezas de nuestros corazones.
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El cielo azul y un rayo de sol dieron lugar al día. Una sonrisa se dibujó en mi rostro, miré el móvil

“Tengo una sorpresa para ti”-decía el texto de Edward. Eran las doce un poco más tarde. No tenía idea de que quería decir con eso, pero me levanté consciente de que era lo suficientemente Tarde, para estar en la cama

-¡Buenos días!-gritó la voz de Daniel subiendo por mis cobijas y tirándome a cosquillas de vuelta a la cama

-Hola cariño-le saludé-¿Has dormido bien?-pregunté entre risas

-Sí que ha dormido, parecía oso invernando-La risa de Jake embriago la habitación alcancé a ver una bandeja de comida en sus manos, antes de que cerrara la puerta

-Papá y yo hicimos esto para ti-dijo Daniel señalando la bandeja, se acercó a mi oído y me susurró-Yo corté la flor

Era una preciosa margarita blanca, que había perdido el tallo casi por completo y gran número de hojas, era un niño asombroso.

Le di un beso en la mejilla y Jacob se acercó a dejarla en la cama

-Esto será más bien como un tentempié antes de la comida, ya no cuenta como desayuno-dijo riendo.

-Gracias-dije cuando mis ojos encontraron los suyos

Corrimos por el campo que estaba detrás del rancho, jugamos en los caballos, y nos mojamos en el río. Eran como las 4 o 5 de la tarde. Eleazar salió a recibirnos

-Papá cogió una rana-decía Dan mientras le mostraba a Eleazar el anfibio de su bote

-Es una rana muy chistosa-decía el hombre-Señorita-dijo llamándome-Los señores Cullen están aquí

Sentí un mareo, y que todo el mundo se contraía. Jake me sostuvo por el brazo. No había pensado que fuera para tanto, pero sin embargo esa acción me comprobó que me hubiera desmayado

-Vamos Bella, veamos que se les ofrecen-su voz era cortante, fría y seca

Jake podría convertirse en un lobo cuando algo andaba mal. O demasiado mal
Entró a grandes zancadas por la estancia, las maletas y la cobija indicaban que estaban ahí y dispuestos a quedarse

-¿Bella?-escuché la voz de terciopelo llegar por el corredor
-Aquí-respondió mi salvavidas
-Hola Jacob-saludó tendiendo la mano, Jake la estrechó con más fuerza de la necesaria

-¿Qué hacen aquí?-pregunté confundida consternada e indignada
-Tanya se puso mal-Edward rodó los ojos a Jake-te lo expliqué ayer por la mañana-dijo en un tono de aparente fastidio-Tu madre nos dijo que viniéramos aquí porque Tanya necesitaba aire fresco.

-Grandiosas ideas las de Reneé-miré a Jacob que mantenía el ceño fruncido

-¿Cuánto se quedan?-preguntó a Edward de repente

-Algunos días-contestó más frio que un hielo

Jake, Dan y yo hicimos la cena en silencio, ni siquiera Daniel estallaba en risas era lógico que a los tres nos caía como gancho al hígado la noticia. Intenté trabar la mirada con Jacob, pero siempre la desviaba. Yo era consciente que él conocía mi pasado con Edward, y que él estaba en mi presente.

-Voy a llamarles para la cena-anuncié secándome las manos
Jacob no me contestó y Daniel salió a lavar sus manos

La tarde perfecta junto a mi custodio y su hijo habían sido una burla por culpa de Edward, le encontré en el estudio con la puerta abierta, mirando hacia… las caballerizas

-Es hora de cenar-le dije e hice ademán de salir
-Bella, espera-no sé cómo estuvo tan rápido a mi lado pero cerró la puerta en un movimiento. Intenté esquivarlo y no pude
-Edward, dile a tu esposa que bajen a cenar y dejame salir-Sus manos se colocaron a ambos lados de mi cuerpo, y me di cuenta que cerraba con seguro

-Perdóname-dijo antes de besarme, sus labios se vieron fieros sobre los míos, y estos les esperaban ansiosos.
-¿Por qué me besas?-pregunté cuando su frente se reclinó en la mía
-Es inútil seguir negando esto-dijo-Ya no puedo callar más. Bella yo te amo, te amo con toda mi alma- Esta vez mis manos buscaron el gancho de su cuello y mi boca encontró la suya

-No creí que te iba a decir esto, me prometí que me olvidaría de todo lo importante que eres para mí-dijo-Es tan difícil tenerte cerca y no poder tocarte, no poderte besar y verte… verte con otro-dijo

-Edward, Edward-quise decirle que entre Jake y yo no había nada
-Pero hice una promesa, Bella-tocó mis labios húmedos con sus dedos-Prometí que iba a hacer lo posible por que ella fuera feliz, y sabes que soy un hombre de palabra
Tomé la cerradura en mis manos y abrí la puerta. Tanya, siempre Tanya.

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Ok mis queridas Team Edward, no se le pondrá Facil a Edward si es lo que piensan. Aunque batallarán mucho, por el corazón de Bella. Gracias por las palabras de ánimo de cada una, por los comentarios que recibí en el Mini adelanto wow no esperaba nada. Mil gracias por ayudarme a sanar mi corazón. Espero que este capi les llegue. Besos Vii ^^

PS* Pueden preguntar lo que quieran en www.formspring.me/ViiBlackWayland, solo ahii les contestaré con detalle. ^^